Publicado el
16 ene. 2020
Tiempo de lectura
6 minutos
Descargar
Descargar el artículo
Imprimir
Tamaño del texto

Oteyza ilumina París con sastrería española de vanguardia

Publicado el
16 ene. 2020

Un par de jóvenes de cuerpo espigado caminan firmes al ritmo que marca la atenta mirada de Caterina Pañeda. Las manos de Paul García de Oteyza revisan hasta el último detalle, colocando al milímetro la caída de las prendas, justo antes de que la cámara de un iPhone inmortalice en imágenes a los modelos del casting. Estamos en Place de Valois, a pocos pasos del Museo del Louvre, y los fundadores de Oteyza ultiman los preparativos de su primera presentación en la exclusiva semana de la moda de París. “Este paso supone el inicio de una consagración”, afirma con serenidad Paul García. Tan solo quedan 24 horas para el desfile.


Caterina Paneda y Paul García de Oteyza son la pareja detrás de Oteyza - Oteyza


“No es nada fácil que te acepten en la Federación”, asegura el cofundador de Oteyza sobre su participación en la fashion week francesa, tras un largo proceso de selección que concluyó a finales de noviembre. “Para presentarte necesitas una trayectoria de largo recorrido si no, es un suicidio. Aquí si la moda no vende, no es moda. Quieren empresas con solvencia, no solo se mira la capacidad de creación”, continúa sobre el privilegio de formar parte del calendario, que llega después de haber presentado 6 colecciones en el salón florentino Pitti Uomo, protagonizado impactantes desfiles en la MBFW Madrid y ganado el Premio Nacional de Moda en 2018.

Vanguardia, tradición y artesanía

“El hombre necesita referencias, elementos de carácter y se tiene que asentar en un relato para cambiar su imagen. Nosotros proponemos uno muy fuerte”, comenta el dúo detrás de la marca de sastrería, que lo ha apostado todo al “ejercicio arriesgado de reformular códigos españoles, de capas y sombreros, con una visión de vanguardia, de forma sutil y sin caer en el folclore”. Una marcada identidad que, en un primer momento suscitó las reticencias de algunos sectores, recuerda Caterina sobre la introducción de los tradicionales sombreros cordobeses en el vestuario de Oteyza. “Al final se entendió que piezas tan icónicas se podían integrar de forma natural en el look completo de sastrería”, confía la emprendedora entre “fittings”.

Un renovado estilo clásico que puede haber llegado en una buena época. “La moda masculina necesita evolucionar y es el mejor momento para ello. El feísmo ha llegado a su fin. Es el final de un ciclo hacia la conducción a una nueva formulación de la belleza, que debe ser el hilo conductor de las propuestas”, analiza Paul, citando como ejemplo la influencia de Balenciaga. El dúo no parece amedrentarse ante las tendencias “sport” y “street” que dominaron las pasarelas en los últimos tiempos y que ahora empiezan a debilitarse.


Las capas fueron protagonistas del desfile de Oteyza en París - Oteyza


Y la moda femenina también parece una oportunidad. “La mujer está en un momento en el que va a volver al hombre. Tiene un espectro de posibilidades tan abierto que la evolución va ser dirigirse hacia este equilibrio. Oteyza da la mayor sensualidad y carácter, tanto al hombre como a la mujer”, explican, comentando que la firma ya ha incorporado la falda a su vestuario. Y concluyen con seguridad: “Va a comenzar una era, con nuevos códigos. Y Oteyza va a estar ahí para llevar la bandera”.

Hilvanando un modelo de negocio



Catapultada mediáticamente a nivel internacional gracias a la viralidad de la coreografía del Ballet Nacional de España para su desfile primavera/verano 2019, que llamó la atención de nuevos clientes rusos, mexicanos o norteamericanos, Oteyza se concentra ahora en reforzar su presencia en el extranjero. Después de haber firmado recientemente un contrato con Tsum para crecer en Europa del Este, la firma estudiará la implantación de sus primeros puntos de venta en París, Nueva York y Japón. Asimismo, dada la demanda extranjera, la firma prevé potenciar su e-commerce, al que añadirá una colección de piezas “más fáciles para el día a día y al alcance de todos”, como jerséis y camisas. En el mercado nacional, con una tienda en la madrileña calle del Conde de Xiquena, los fundadores mantienen haber tenido “siempre claro que el pilar de la marca es el cliente español”. 

Con un posicionamiento de lujo, que propone capas o galernas que rondan los 1500 o 1250 euros, Oteyza presume de haber elegido un “modelo de crecimiento lento” que apuesta por la calidad y las prendas realizadas “con mimo”. “Teníamos clarísimo que nunca competiríamos en precios porque sería una batalla absoluta. Las cosas tienen su valor, no puedes bajar el precio del cachemire”, aseguran, explicando que la firma ha ido elevando sus precios progresivamente y los clientes han entendido “el valor de la artesanía y de la sastrería”. Y añaden: “Aunque la cultura española haya estado dominada por Inditex desde hace mucho tiempo, el cliente español cada vez demanda más calidad”.

Recientemente nombrados embajadores de "Madrid Capital de Moda" por el Ayuntamiento de la capital, los fundadores de Oteyza defienden la necesidad de "vincular las instituciones a marcas o diseñadores con bagaje y experiencia para promover su internacionalización". Optimistas ante la evolución del sector, Paul y Caterina lo tienen claro: “Un país necesita tener un mensaje claro. España tiene que coger una bandera, que perfectamente puede ser la artesanía. El mensaje tiene que ser un producto muy poderoso, que nos diferencie de los demás”, analizan, subrayando la importancia de que las marcas nacionales creen industria a su alrededor y que las ayudas de las instituciones lleguen "cuando los diseñadores ya venden y su modelo de negocio ya está más avanzado".


La embajada de España en París acogió el primer desfile de Oteyza en la ciudad - Oteyza



Para el dúo, la formación también es un factor clave. “Los modelos educativos a veces pueden crear monstruos. Una cosa es salir de la escuela con una idea y otra encontrarse fuera, con la realidad de empezar de cero", comenta Paul, insistiendo en la importancia de reforzar la formación profesional y contar con mano de obra cualificada. "Nosotros nunca nos hemos engañado. No nos hemos sentido artistas, ni diseñadores, ni sastres, ni economistas. En cada momento hemos querido ser lo más humildes y sinceros posibles. Y eso es lo que atrae a la gente", añade, al tiempo que un nuevo modelo llama a la puerta del casting.

En París, para quedarse



Enfundado en su traje de faena, con una impecable capa negra clásica de Oteyza, Paul García recorre las estancias de la Embajada de España en París donde en escasos minutos comenzará el desfile de la firma. Un espacio ideal para envolver la tradición de Oteyza, entre valiosos tapices de Goya, y que destaca por su apoyo a la moda nacional, albergando las exposiciones anuales de ACME (Asociación de Creadores de Moda de España) y que ya ha acogido las presentaciones de otras firmas españolas como Leandro Cano, Palomo Spain o Yolancris.

En una penumbra solemne, los maniquíes avanzan pausadamente iluminados por las velas en sus manos, como si de una procesión se tratase. Una clara referencia a "Lumières", el título de la colección que Oteyza escogió en homenaje a la ciudad de la presentación, en la que pretende volver a desfilar para asegurar la continuidad del proyecto. "Al ser nuestro debut en París hemos querido reunir nuestro ADN", comentaban desde la marca unas horas antes. Y así es. Patronaje con el sello de Oteyza en capas, galernas, prendas largas con cuchilladas, desestructuradas o asimétricas, volúmenes trabajados y cortes sin costura, donde la caída de las piezas es la principal protagonista. Sin olvidar sus imprescindibles sombreros cordobeses.

Inspirada por el estilo vanguardista de la Bauhaus, la colección emplea tejidos de origen español y francés, con un marcado uso de la lana merino. Además, despliega faldas largas, pantalones con tirantes, camisas plisadas y cuellos extremos, en tonalidades progresivas: del negro "español" al blanco crudo, pasando por amarillos mostaza, azules marino, verdes aguas o burdeos. "La perfección es un aburrimiento. Cuando ves las costuras a mano, son irregulares, dependen de la pulsión de la persona porque está hecho a mano", afirmaba la pareja, segura de la fuerza de su producto y de su puesta en escena. "Eso es lo bonito, al igual que ocurre con un modelo de negocio que puede tener imperfecciones, pero que está hecho con el corazón. Las franquicias no enganchan a nadie", decían. Oteyza, sí.

Copyright © 2024 FashionNetwork.com Todos los derechos reservados.